aplicación de conceptos

Estereotipos:

En esta novela se vislumbra la presencia de un estereotipo sexista, ya que este libro está centrado casi únicamente en la mujer y porque la mujer se muestra como un ser que debe aprender a mantener el control de sus impulsos, emociones, pero también existe el de la mujer independiente, autosuficiente que es capaz de vivir una vida aparte de la de su marido y que está capacitada y es competente a la hora de tomar decisiones importantes.

Marcas de género Al leer esta novela, se puede notar claramente una marca de género que la caracterice y esto no solamente ocurre con la novela de la que ahora hablamos, sino que este es un detalle que se encuentra presente en casi todos (por no decir todos) los libros.

En la novela, Nuestra señora de la soledad, se evidencia el rasgo de una marca de género eminentemente feminista, ya que el libro en sí trata de la vida de dos mujeres, que a pesar de no conocerse tienen en común cosas que las unen.  Además cuenta sobre la mayor soledad que vive una mujer que lo tiene todo, pero que busca lo más importante y que no ha conseguido: busca una vida nueva, una nueva forma de enfrentarse a sus sufrimientos pasados para anularlos y anularse con ellos para ser feliz. Conceptos: igualdad, diferencia, equivalencia, empoderamiento En esta novela están muy bien definidos los conceptos de igualdad y empoderamiento, ya que, en el caso de la igualdad, se manifiesta entre Carmen Avila y Tomás Rojas (su marido), pues ambos realizan funciones que son públicamente conocidas, por tanto ambos tienen un trabajo, lo que hace que Carmen, a pesar de ser mujer y rompiendo con el estereotipo de que las mujeres viven del dinero de su marido, en su calidad de escritora puede tener una solvencia y una independencia económica absoluta.Si hablamos del empoderamiento podría ocurrir que se concluya que Carmen Avila tenía plena conciencia de la posición de poder que ocupaba, ya que ella, sutilmente, ejercía en cierto modo, una especie de control encubierto sobre su marido que, a pesar de que mantenía su posición de hombre dominante, cedía frecuentemente a los deseos, aprehensiones y peticiones que le hacía su mujer, por lo que casi nunca tenían problemas o discusiones y cada cual se movía de forma independiente en esa especie de mundo aparte al que cada cual pertenecía.

 

Coeducación sentimental: En esta novela vemos ejemplos muy claros de este concepto, ya que el personaje principal (Carmen Avila) no se ajustaba correctamente a la vida pública que llevaba. Ella era una persona excéntrica, que solo se regía por las formalidades cuando era necesario, pero que la mayor parte del tiempo vivía y se comportaba de una manera a veces poco común.Ella, por haber tenido una vida distinta a las de otras niñas (por la ausencia permanente de sus padres, tenía una cosmovisión muy especial que no se ajustaba a la de nuestros tiempos. No alcanzaba a tener casi nada antes de casarse, pues al llevar una vida muy desordenada ésta no le permitía acumular nada muy estable.